NUESTRA BODEGA

Situada en la confluencia de los serenos arroyos de Pando y Sauce, nuestra bodega es bendecida por un microclima húmedo y suelos arcillosos de un profundo color negro que otorgan carácter a nuestros viñedos. Aquí, se extienden frondosas extensiones verdes, donde la biodiversidad florece y enmarca nuestros viñedos, montes de manzanos, durazneros y cultivos hortícolas, creando una sinfonía de la naturaleza en su máxima expresión. Este paisaje noble también es hogar de diferentes especies en su pastoreo cotidiano y se tiñe de sublimes campos de avena.

Desde 1936, nuestra bodega ha sido testigo en silencio de la evolución del paisaje y las generaciones que han dejado su huella en este lugar. Hemos sido serenos protagonistas del eterno paso del tiempo. La tradición familiar, transmitida con amor de padres a hijos, se refleja en cada uno de los procesos que se llevan a cabo en nuestro establecimiento. Cada nuevo amanecer representa un nuevo capítulo en la historia de nuestras vidas, un trabajo diario que es el corazón de una familia dedicada a la pasión de crear vinos excepcionales.